Uno de los grandes efectos de esta crisis, es que nos hace patente la necesidad en las comunidades escolares y en la sociedad en general es el cuidado de la salud mental de todos sus miembros. Esto invita a la escuela a revisar las prácticas de formación socioemocional que han sido implementadas de acuerdo a los proyectos educativos de cada establecimiento y que seguirán siendo necesarias más que nunca,  ya sea en modalidad remota o presencial, cuando esta crisis lo permita.

Es importante a nivel de comunidad educativa es relevancia de la consideración de la salud mental escolar (SME) como una temática crucial a la hora de evaluar la adaptación de nuestra población escolar a esta contingencia social y sanitaria.

La SME será clave a la hora del regreso a clases, pues el acoger con afecto la diversidad e intensidad de sentimientos, emociones, frustraciones y esperanzas de la comunidad escolar, que perdió en gran medida la rutina escolar, en casi dos meses de confinamiento, determinará en gran medida cómo construimos una comunidad educativa bientratante y empática que siga cumpliendo su misión educativa en tiempos de pandemia.

Es de crucial importancia los esfuerzos en gestión educativa, que den espacios a visibilizar progresos de aprendizajes socioemocionales y también académicos post etapa de confinamiento. Los primeros sin duda marcaran la memoria emocional de la etapa escolar y será necesario fortalecer esos progresos, darles un sentido, para que contribuyan paulatinamente a armonizar el comportamiento físico, social, y cognitivo de la toda la comunidad escolar, generando así un clima nutritivo para el aprendizaje escolar.

Para esto es importante la comunidad escolar cuente con un protocolo de fortalecimiento de prácticas salud mental escolar positiva, que sea construido de forma participativa. El protocolo debería contener medidas – acciones pedagógicas desde el enfoque de la pedagogía de la convivencia escolar (2008), que nos ayuden a convivir mejor, que permita prevenir los efectos de situaciones de salud mental complejas que puedan agudizarse post pandemia, por mencionar algunos ansiedad escolar y desanimo.

Los establecimientos educacionales pueden cumplir un rol fundamental en reducir las dificultades generadas por un trastorno mental en edad escolar, a través de la implementación de estrategias inclusivas, en concordancia con el tratamiento que lleve a cabo un equipo profesional.

La realidad de nuestro país nos indica que un 22,5% de niños, niñas y adolescentes chilenos sufren algún tipo de trastorno de salud mental, lo que implica que un número importante de estudiantes chilenos (aproximadamente 2 de cada 10) no pueden aprovechar al máximo la experiencia escolar. La buena noticia es que un abordaje oportuno y adecuado de problemas permite en la mayoría de los casos una rápida recuperación.

La investigación demuestra que la prevalencia de problemas de salud mental luego de una catástrofe aumenta de un 8% a un 50%. De ahí la importancia de impulsar una agenda de promoción, prevención e intervención para enfrentar la actual emergencia y fortalecer a la comunidad de profesores/as, equipos directivos  y asistentes de la educación, en estrategias de gestión de la salud mental escolar en tiempos de pandemia que ayuden a la contención emocional.

Desde el contexto de la pedagogía de la convivencia escolar, entiendo la salud mental escolar como un estado de bienestar integral, posible de fomentar desde el contexto educacional y siguiendo las directrices del MINEDUC , esta pandemia es un valioso periodo de tiempo para repensar el modo en cómo hacemos escuela y en cómo hacemos de la escuela un lugar seguro en tiempos de incertidumbre.

De acuerdo a esto y como un aporte a la gestión educativa, comparto algunas ideas para la elaboración de un plan de gestión en salud mental escolar, de acuerdo a diversos estudios internacionales y en base a mi experiencia de 20 años como psicóloga educacional:

  • Promover un ambiente escolar positivo, que permita implementar acciones de  autocuidado de salud mental de la comunidad educativa (estudiantes, padres, profesores, asistentes de la educación y equipo directivo), que incentive el desarrollo de competencias socioemocionales.
  • Que el currículo formativo de una institución escolar, habilite a sus miembros en estrategias para el fomento de la resiliencia escolar a nivel de comunidad educativa,  como acción de promoción de la salud mental escolar positiva en tiempos de pandemia
  • Desarrollar estrategias de prevención de problemas de salud mental, vinculados a la conducta suicida en contextos escolares.
  • Desarrollar estrategias de intervención escolar en el contexto educativo ante situaciones de duelo vivido por integrantes de la comunidad educativa.

 

Como decía Victor Hugo, “No hay nada más poderoso que una idea a la que ha llegado su momento”, entonces considero que este el momento, es una invitación urgente a repensar ideas y construir una estrategia formativa en salud mental escolar. Realizar una tarea, que nuevas ideas que nos transformen en una mejor sociedad, como sabemos, la escuela es el espejo de una sociedad. Desde el Centro OPA consideramos que ésta es una tarea posible.

 

Fuente: https://www.uchile.cl/portal/especiales/covid19/163020/estrategia-nacional-para-salud-mental-propuesta-a-mesa-social-covid-19

Fuente: https://www.tutoriasenred.com/7-consejos-para-trabajar-la-resiliencia-en-el-aula/